Proyecto Olímpicos: correr con ellos, correr para ellos
El proyecto denominado Olímpicos se inició con un calendario que será entregado con el kit de la próxima carrera de San Silvestre. Los protagonistas fueron María Peralta, Viviana Chávez, Rosa Godoy, Luis Molina, Mariano Mastromarino y Federico Bruno.
¿Para qué puede servir un calendario con fotos de seis atletas olímpicos? La pregunta, esta vez, es capciosa. Tiene una intención. Evidente y dirigida. Desde que surgió LNCorre, allá por 2013, con sus tres ediciones anuales en formato papel y su bastión digital, la búsqueda de quienes escriben ha sido que el masivo y democrático movimiento del running se derrame en el atletismo nacional. “¿Para qué se meten en eso? ¿Vale la pena semejante esfuerzo? ¿Vale la pena involucrarse con el “dinero” de quienes organizan las carreras de calle y montaña (por el trail running)? No creo que lleguen a buen puerto. Ellos tienen una visión empresarial y poco les importa el atletismo”, escribió un incrédulo y ácido lector.
La respuesta fue contundente, respetuosa y ajena a la grieta, una palabra que en los últimos años se hizo carne en casi todos los órdenes de la vida. “Porque soñamos con un deporte mejor, más inclusivo y que de una vez por todas potencie a quienes corren en el pelotón de punta. Soñamos con eso… Para que los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018 sean un punto de partida para el crecimiento sostenido. Y para que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tengan a más de 13 atletas, tal como hubo en Río 2016. Por todo eso vale la pena escribir, investigar y cuestionar el status quo imperante”. Y así concluyó el diálogo, por así llamarlo: “Ustedes están locos. Están verdaderamente locos. Nadie los va a escuchar pero avancen por [Mariano] Mastromarino, por [Marita] Peralta, por [Joaquín] Arbe y tantos otros atletas que corren con el corazón. Ellos lo hacen por amor. Insisto: ¡ustedes están locos!”.
Es verdad. Razón no le falta a este amable lector para poner en palabras algo así como el pensamiento único que las viejas estructuras no quieren ni buscan modificar. Un poco locos (bastante locos) estamos y, por eso, nos permitimos soñar. ¿Qué tiene de malo? ¿Molesta? Lo siento (lo sentimos) mucho. Ese es el horizonte de LNCorre y hacia allí apunta con la convicción de provocar un movimiento ascendente que genere y propicie mejores condiciones para los atletas de elite, los verdaderos protagonistas. Sea la carrera que sea.