Soluciones para un deportista celíaco
Deportistas intolerantes al gluten deben acudir a diversas alternativas alimenticias para evitar caer en un déficit nutricional
La celiaquía es una enfermedad autoinmune caracterizada por una alteración en el intestino delgado, desarrollada por la intolerancia a una proteína llamada gluten, hallada en la cebada, el trigo, la espelta, el kamut, el centeno y la avena.
Se produce una inadecuada absorción de nutrientes porque la proteína daña las microvellosidades del intestino, lo que puede ocasionar un déficit de minerales y vitaminas.
La dificultad del runner celíaco a nivel alimenticio se encuentra en hallar alternativas que le proporcionen la energía que necesita, más cuando la dieta de un corredor debe ser rica en hidratos de carbono, presente en alimentos como la pasta. Esta última está elaborada a base de trigo. Una solución es sustituirla por la pasta hecha a base de arroz, que aporta la misma energía que los carbohidratos comunes pero sin gluten.
En estos casos, es indispensable el refuerzo del consumo de hierro, vitamina D y ácido fólico. Por esto, la dieta debe incluir lo siguiente:
Ácido fólico: garbanzos, lentejas, espinacas, lechuga, espárragos, coles, melón, palta, naranja.
Vitamina D: salmón, huevos, champiñones, leches y derivados.
Hierro: carne vacuna, cerdo, pollo, pescado, almejas, mejillones, soja en grano, almendras, avellanas, pasas, dátiles.
También es recomendable aumentar el consumo de papas, arroz y choclo, así como frutos secos y miel.